Este libro es un análisis de la situación política española pero sobre todo, de la situación de los trabajadores temporales de las Administraciones Públicas y de como el patrón “Estado” genera precariedad y temporalidad contratando desde hace décadas a miles de profesionales en “fraude de ley”. Paradójicamente ellos son quienes deben velar porque no se produzcan abusos ni en el ámbito laboral privado ni en el público. Para actuar de este modo llevan a cabo una de las peores formas de corrupción, el incumplimiento reiterado de la legislación y la violación de derechos fundamentales.
Hechos estos que no podrían llevarse a cabo sin la colaboración y complicidad de una Administración viciada convertida en demasiadas ocasiones en una herramienta para delinquir, y por supuesto, los sindicatos tradicionales, cooperadores necesarios que una y otra vez venden a los trabajadores en su propio beneficio. Vulneración de derechos e incumplimiento de la legalidad ejercida con absoluta impunidad, en un país donde la corrupción está institucionalizada y no se persigue, castiga y criminaliza a los corruptos, sino a quienes tienen el valor de denunciarla.
Este libro es un “grito de rabia” de una de las miles de trabajadoras de la Administración, concretamente de Educación, a la que desahuciaron tras años de estudio, formación, oposiciones aprobadas sin plaza y desempeño profesional. Porque la contratación en “fraude de ley” permite además echar a los trabajadores sin derecho prácticamente a nada.
Si cada ciudadano víctima de esta forma de violencia institucional contase su historia, tal vez parte de la ciudadanía empezaría a tomar conciencia de lo grave que es no cuestionar a los representantes públicos, tan diestros en el arte del engaño, aceptar el “fraude electoral” que supone el incumplimiento de programas electorales y el no exigir a los políticos el respeto a las leyes y la asunción de responsabilidades por su incumplimiento. Respecto a esto último quiero hacerles unas preguntas: ¿Qué ocurría si dejamos de pagar la hipoteca que firmamos con el banco? ¿Qué consecuencias tiene para ustedes incumplir las obligaciones laborales en su empresa? ¿Podrían dejar de pagar impuestos como el IBI o no presentar la declaración de la renta? ¿Por qué entonces permitimos a los responsables políticos vulnerar las leyes con absoluta impunidad?
La corrupción tiene graves consecuencias y la vulneración de leyes y derechos desde instancias públicas afecta a miles de trabajadores/as. Una trama excesivamente compleja, una forma de “violencia de Estado” que deja miles de víctimas silenciadas, vilipendiadas y ultrajadas a las que en raras ocasiones ponemos rostro o damos voz.